domingo, 14 de diciembre de 2014

JAMÁS UN INSTRUMENTO DEBE PROVOCAR DOLOR SI NO PLACER

Mucha gente piensa que ser músico es un hobby y no le dan la importancia que la profesión se merece, bien  por ignorancia y no conocer su "modus vivendis", bien porque nunca estuvieron cerca de un músico. Nada más lejos de la realidad, no tienen la menor idea del sacrificio que es ser músico y tocar bien un instrumento. Aclaro, me refiero a estudiantes de música y a músicos profesionales y no a los que tocan por entretenimiento o hobby a pesar que también pueden pasar tiempo delante de un instrumento.

Conozco algún caso de ex-compañeros del conservatorio profesional, violinistas,  que al comenzar los estudios en el  superior tuvieron que abandonarlos por sufrir fuerte dolores en cuello y brazos y que los expertos le indicaron "abandona el instrumento y dedícate  a otra cosa, no podrás tocar en un año", por desgracia así ha sido, tuvieron que abandonarlo. Ante ese diagnóstico el hundimiento moral para un músico está servido. Es probable que con prácticas correctas esto pudiera haberse evitado.

Pero no debemos olvidar que un músico comprometido, con tal de sacar el máximo partido a su profesión, le dedique más horas al instrumento que las aconsejables pasando por alto las técnicas posturales y recomendaciones ofrecidas por el profesor sin ser consciente de las graves consecuencias a las que puede dar lugar. Hasta que no se ha sufrido algún episodio de dolor no nos percatamos de que el principal instrumento es el cuerpo. Hay que considerar que, para evitar lesiones, no se puede pasar por alto una serie de consejos como ejercicio previo para calentamiento muscular, relajación en periodos de descanso, hidratación,  etc.

Quizás el error  más grande es atribuir el dolor de los músicos a técnicas deficientes y por ello nos aguantamos demasiado pensando que forma parte de esta profesión y en ocasiones no  nos quejamos para que no nos prejuzguen de  tener mala técnica o de ser mal músico. Pero si nos vamos a la estadística de dolores ocasionados por la postura o repetición de movimientos, tan solo están por delante de los músicos los  profesionales que dedican horas al trabajo con pantallas de ordenador. 

Es fundamental crear un hábito de cultura corporal, poner remedio a los dolores antes de que aparezcan, es mejor prevenir que curar.

Qué profesor o estudiante de música no ha tenido que recurrir en alguna ocasión a corregir los dolores musculo-esqueléticos ocasionados por el instrumento. Si te apetece, puedes contar tu experiencia sobre el dolor provocado por tu práctica instrumental.


JAMÁS UN INSTRUMENTO DEBE DE PROVOCAR DOLOR SI NO PLACER










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